No es necesario decirte mucho
con lo mucho que se quererte
o de lo bien que se perderte
portando el alma asesina
si me odio no es mentira
si me quiero es de a ratos
por miedo a los celibatos
me corro de ese canal
y caigo frívolo en el caudal
de tus avellanadas pupilas
si me odio no es mentira
de sucumbir siempre en salmos
ni evito los orgasmos
que despida la tersa luna
si digo que no hay ninguna
que bese como tu lo haces
y tus labios en compases
que brincan suaves como liebre
como siempre soy tu fiebre
no es necesario decirte mucho.