Jehová, Padre amoroso eterno,
Protégeme de las manos del que me agrede,
Que él vea en mí, tu creación, que él vea en mí,
Su hermano, igual que el Cristo que
Murió en la cruz por todos nosotros,
Hijo tuyo y hermano mío, nacido de un mismo amor,
Protégeme del que agredido fue, y que por su ira, no sea yo la víctima de su dolor.
Dale al que sufre el escarnio de la violencia,
la fuerza de Jesús que perdono al que laceró su carne,
y que fue convertida en pan nuestro de cada día.
Perdónalo Padre Mío porque él no sabe lo que hace.
Quiero pedirte también, Amadísimo Padre,
Por todos mis hermanos menores
Que abandonados a su suerte
Reciban tu amorosa mano para que
Juntos caminen por el bien
Al lado de alguna familia que vean al abandonado, pobre,
violentado, la misión del samaritano,
de cobijar, cubrir sus heridas y sanar sus dolores
así sientan la fuerza de tu amor sanador,.
Amén