Y qué si quiero
llorar hasta
que se me acaben
las lágrimas...
y qué si me reprocho
mi falta de actitud
ante la vida...
y qué si gasto
y des-gasto
el sofá de algún sicólogo...
contándole
cuántas almohadas
lloré y lloraré,
porque así es...
me siento inútil...
y qué
si no supe hacerte feliz
y quiero decirlo...
y qué si lo grito
y qué si lo callo...
y qué si decido
enterrarme
en esta decepción
de mí misma...
aceptar
que el amor
no va conmigo...
que es mejor
dejar de intentarlo...