Escribo por los que no tienen labios,
para hablar.
Por los que no tiene pies,
para caminar.
Por los que no tienen ojos,
para mirar.
Por lo que no tiene pan,
para comer.
Por los que no tiene sombra,
para acampar.
Escribo por los que habitan
en un paisaje seco,
ocre y triste,
escribo por los que su techo
es el sol,
su cobija un cartón
y su frontera el sistema.
Escribo por todos los que no tienen:
labios, manos, pies, ojos,
pan, sombra ni lugar.
Escribo por todos…
Los que no tienen pies,
para caminar.
Zapatos para andar,
pan para comer,
labios para hablar.
Escribo por los desposeídos
que habitan en un paisaje,
ocre y triste,
por todos…
Pero, ¿Quién los escuchara?
Los que no tienen labios,
manos, pies, ojos, pan o lugar.
Escribo por los que existen
solo en letras
y su vestido es un papel.
Por el que su refectorio
un zafacón.
Por el que nace sin progenitor,
por el que su educación
es un puñal,
por el que las falsas
copa lo han dejado sin hogar.
Por el que ve ahogarse
su sueño.
Por los que tienen los labios
cuarteados por el hambre.
Por los que sufren la
opulencia indecorosa.
Escribo por las llagas amargas
del niño basurero,
por el que su morada
es el surco desquiciado de la coca.
Por los que no tiene agua
en las manos y palabras en su mirada.
Por los que tienen un jardín
sin primavera.
Escribo por los desposeídos
que habitan en un horizonte
ocre y triste,
escribo por los que existen,
(solo en letras…
Escribo por los desposeídos
de hogar, pan…
Por las manos tortuosas
que les han dejado este mar
de peces fantasmas.
Escribo por los desposeídos
que habitan en un horizonte
Ocre y triste,
escribo por los que existen,
(solo en letras…
Pero, ¿Quién los escuchara?
Los que no tienen labios,
manos, pies, ojos, pan o lugar.
Los que existen,
(solo en letras…
Luis Ulloa