Haz dejado de ser un retrato.
Haz dejado de ser una historia.
Tus nostálgicos ojos han sido contemplados
meticulosamente buscando la crónica de tu vida;
el romantisismo de tu corazón,
la sensibilidad nata de tu alma.
Tus ojos enamorados han sido una ventana abierta a tu ser,
una grieta colosal a tu espíritu;
una vereda a la oquedad de tu corazón.
El exquisito semblante de tu retrato
refleja destellos de esperanza,
huellas de bonanza
y reminiscencia de tu devoción al amor.
El delicado matíz de tu rostro
despide un estracto a añoranza,
un aroma a solitud
y una fragancia a melancolía.
Tu sonrisa denuncia ese afán
de asirte a la evocación del amor;
de retener el idilio desatinado del apego a la ilusión.
Esa hilaridad muy tuya
excita la esencia indómita que te tipifica
y riñe por no atenuar la última flama de pasión
que en su tiempo fue una exuberante hoguera.
Tu retrato ulua el abandono del oligrofénico
que no supo amar,respetar y reconocer:
tu integridad,tu bondad,tu fuerza,
tu honradez y tus grandes virtudes.
Tu retrato ha dejado de ser ese pergamino
enclaustrado en ese álbum rojo
con páginas amarillentas y desgastadas.
Tu retrato a cobrado vida!
La musa del retrato vive!
Vilma White