Vive mi sensación en alerta alfa, Es incómodo vivir este misterio
En el castillo de mi sutil bonanza, Quiero ser algo más bueno y serio,
El amor fluye en el río de mi danza Con los misterios de todo mi calvario
Mis sentidos siempre van en alza, Caminó por el monte del Rosario,
Oraciones que pasean su andanza Por el mar de los piratas del corsario
Quizás en otra vida fui una bruja hechizada, Cosas que dudan mis instinto, en su sagrario Soy casto como el toro en la plaza,
Donde ondeaba su capote el torero, En el duelo de la vida, o muerte con espada y clama el público como en un circo romano,
siglos atrás, donde los gladiadores se mataban,
Para salvar la vida y obtener un pergamino,
Con su libertad firmada y todos aclamaban
Hera el pueblo el que quería sangre, era indigno
Ver morir a gladiadores cristianos en su afán,
Muchas lágrimas se derramaron en el foro romano
Mientras el César y sus secuaces de gozo vibraban,
Llenos de ira ante la muerte de cualquier cristiano
Y ahí estaba Jesús por las calles de Jerusalén,
Antes de matar al hijo de Dios, que era lo más sano
¿Qué consiguió Dios, dejando que crucificaran a su hijo?
¡Para mi reflexión esta, en las fábricas de crucifijos!
Salto de épocas activas, a las de hace mil años
Y algún significado socio político tendrán mis templarios,
La fe es el mejor amuleto siempre que no sea con daños,
Locuras viven dentro de mis presentes, futuros y pasados
Que se cruzan entrando en una misma historia o cuentos,
Yo soy un misionero en busca de la verdad de los siglos
Que pasan más rápidos de lo que parece, en sus actos
Vive la masa de mi cuerpo ofuscada en los pasados
Donde los poetas y troveros, hicieron sus angostos,
Vendiendo sus sensaciones en pergaminos lacrados,
Tiempos de teatro en las calles, de obras de buenos escritos,
Yo intento dibujar con letras entre versos enjugados,
Dentro de mi filosofía de la vida y fuera de mis conventos,
Yo creo que fui también fraile hace años, en otros eventos
Ya que el rezo de mis oraciones me lleva siempre, a mis ancestros,
En lo alto de Monasterios en las cimas de mis tormentos
Y un así vivo descifrando lecturas que se adentran como encantos,
Dentro de todas mis fibras humanas, por el río de los santos, quizás esta sea una señal del cielo o el infierno, de demonios malos
Y termino esta reflexión o cuento dándole gracias a Dios; por dejarme vivir un día más, gracias.
Modesto Ruiz Martínez/lunes, 05 de noviembre de 2012 Enviado desde mi iPad