Despierta cariño, el día está llegando, no quedes dormida en tus sueños la realidad te espera, no te importes que te moje la lluvia, ni el viento fustigue tu cara. De espacio vete andando sin nada programado, abre los ojos e mira la belleza de que estés viva. Oye tus pasos firmes pisando la acera, mira tu figura en un escaparate cualquiera e siente orgullo en ti.
En tus oídos frases de los que pasan pues serán cuentos en tus dedos para escribir.
Fíjate en las dulces figuritas de los niños dando a sus caderas al ritmo de la inocencia. En los viejecitos, que de espacio con sacrificio, van al café, para charlar con los amigos. En la mujer llena de bolsos del súper, atareada, pensando como complacer la familia.
Mira como te dan un parpadeo los semáforos a darte permiso para que cruces la calle sin peligro.
Mira el perro tan a gusto rascándose, parece que con la boca te dice ¡“que bueno que placer”! Ínfimas cosas, que son grandes, al pasar el tiempo.
No quedes dormida, encerrada en tu casa, respira el aire de la vida que se siente en la calle. Comenta, como no te gusta las casas viejas, las calles sucias e cenizas, oh como te llama la atención un balcón florido.
Absorbe todo, con atención e seguro que te darás cuenta que como tu hay muchas mas. Ansiosas por tener contactos con los demás, por hablar e comentar.
En el fondo somos casi iguales, solo tenemos maneras distintas de ver. Vete, no te aísles en tu mundo, no es bueno, te hace daño, todo lo que te distraía es bueno, es una novedad todos los días. Es la fuerza que no tienes con la fregona, haciendo limpieza, limpiando cristales que te aíslan de la calle.
Vete, aventúrate sale e mézclate en la confusión del corre, corre, que al final son parados en la incertidumbre de sus vidas.
Por veces una mirada de un desconocido, una sonrisa de alguien, aun que no parezca es aliento para tu días.
Sin destino, solo andando, verás cuantas cosas nuevas encuentras en cada día.
Experimenta, ya lo verás. Es bueno, saludable e no te sentirás tan sola e olvidada.
Todo hace parte de la vida, mismo la tela de araña de cables que cruzan calles e entran en las paredes de los edificios.
Todo esto es el mundo, en que vivimos. Hermanos desconocidos, pero hermanos delante de Dios. A convivir, mismo si no hablamos, pero con su compañía, seremos uno mas en la multitud, no una triste por detrás de la ventana, solamente mirando.
Despierta, cariño vete e vive un poco mas.
Oporto 26 de Octubre de 2012
Carminha Nieves