Hermoso semblante posee el cielo,
llenando de olores/ la vista del viajero,
brotas en silencio; tras almohadas
grises, que lloran; escarchas plateadas.
Rojos labios en tu cara anidan,
cual cerezas cautivas de tus lindos ojos.
A perderse en ellos/ como en el mar
la lluvia, por ley de causa y efecto.
Naranja el atardecer de un otoño,
y las hojas que cubren tu cuerpo.
con tapiz de seda, tus pies descalzos/
caminando van; entre pétalos y espinas.
Amarillo campo de girasoles;
que girando van, sobre su propio eje/
como alabando al sol, que en el
horizonte surge/ al despertar la mañana.
Verde el jade que en tus ojos brilla/
y cristales desprende, cual ávidas hojas
perennes/ en el alto cielo se alegran
y con sus brazos cobijan… tu dicha.
Celeste como el infinito, que colmo
de gloria los sueños, que no se disipan/
que permanecen aun con la lluvia,
recorriendo de los mares/ traviesas olas.
Azul centinela que al universo vigila,
inquietos luceros que en escaleras caminan/
titilando en silencio tras hermosas cimas,
enamorando corazones en tiernos versos.
Color violeta son las más bellas flores,
de sueño el aroma/ de incienso su risa,
ondeante cabellera en lienzo se pinta/
y de la lluvia forma, hermosa silueta.
De mil colores su eterna sonrisa
ausenta tormentas borra tristezas
alegre las aves cantan canciones
y de amores llena los corazones…tu arcoíris.