Adorarte fue mi delirio…
Como no amar esa boca sabor a chocolate.
Pues en tus ojos, veía un futuro lleno de nosotros dos.
Te adore tanto, que hasta en mi mente te monte en un altar.
Pero tú, a este amor que yo albergaba no supiste ver.
Creo que ya es tarde para nosotros.
Hoy decidí cariño, que debo continuar.
Del altar de mi mente te has caído.
Y a un pozo sin final, querido mió fuiste a parar.
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AUTORA: ORIANA RAVELO.