Víctor Callirgos

Al Tocarte Eres Fuego

Te tengo aquí,

muy dentro de mí

y te quiero,

te amo...

mas tu orgullo me mata

me lastima dulcemente,

las heridas que grata

abriste amorosamente.

 

Y te tengo aquí,

tan cerca de mí

que al tocarte eres fuego

y te amo y te quiero...

no ves que el corazón se muere

ungiéndose musculoso y palpitante,

por decirte tremoroso que te quiere

a toda hora y en cada instante.

 

Y no estás conmigo,

te has ido lejos

¿o yo he huido tan así de lejos?

Ya no estás presente, ya no te veo,

y al morirse en la noche mis ojos,

presiente mi cuerpo que anhelante deseo,

hundirme profundo en tu cuerpo amoroso.

 

¡Cariño!...¡Cariño!

y es que anoche te soñé,

estabas dulce y sin abrigo

¡ah!...anoche te soñé.

¡Qué excelsitud!...¡qué franqueza!

te tenía en la alcoba de mi pecho, 

mansa y ardiendo en pureza;

abandonada a mí,

deshojada por mí

en un sedoso y tibio lecho.