El que tiene hambre
y no tiene que comer
muy pobre debe ser.
El que tiene sed y no
tiene que beber, muy
pobre debe ser.
El que no tiene hogar
y no tiene donde des-
cansar es como el que
debe y no puede pagar.
El que hace daño y hiere
a los demás, lo tiene que
pagar,
Y los que sufren inocente-
mente Dios y la buena gen-
te les debería ayudar.
Hay que pensar bien antes
de castigar y buscar siem-
pre donde está la verdad.
Es misión de la justicia tra
tar siempre de aclarar, por-
que castigar al inocente,
!ni hablar!, ya que al po-
bre siempre le toca aguantar
y eso no se puede soportar