Y cómo no sentir las espumas de los mares
inundarse en profundidades de caracolas mullidas,
yunques de barcos buceando turbulentos en bahías...
los latidos claudican en abismos de calcio y hielo...
en los minutos de sonrisas congeladas
arcoiris de muecas fulminan mis venas
en viajes de mapas sin hemisferios
sin lagos, senderos o vías...
un descenso precipitado en segmentos
de amor y odio, amalgamados...
cada matiz de emoción en la piel de mi cielo
ha despeñado en pozos sin fondo
de mareas plenas encontrando incógnitas penas
y alegrías furtivas expuestas en huesos excelsos
de sentimientos que en su vera de entrega,
linterna alumbraron y sanaron cavidades de esferas
reluciendo su brillante color y esplendor de esperanza...
Una nueva alba...
una luz vislumbra
sendas de dolor
que en amor sucumban...
Copyright©2012 Rocío Vega-Ponce