Por lo visto nos hemos enfrascado en una guerra de silencios.
No me hablas, no te busco y nos negamos al amor.
El amor en estos tiempos, sé, no es muy cotizado.
Hay mentiras, hay engaño, sobre todo falsedad.
Pasas ausente, distraida, tan sólo mirando a lo lejos
y veo los reflejos de tus ojos de mar.
La poesía no es un hilar de palabras, o conceptos.
Es,... es algo que nace dentro del corazón.
No hemos sabido mirar los espejos,
romper los silencios y el tiempo se va.
Se va sin nosotros, se lleva tus risas,
todas tus caricias y el sonido del mar.
Este mar en que me encuentro nunca ha sido tu mar.
Nunca ha sido tu playa, ni sus olas, ni su sal.
Hoy me encuentro entristecido ya que ignoras mis anhelos,
los suspiros de mi alma y mis ruegos a los cielos.
No sabemos que hacer para romper esa inercia
que nos carcome los sueños, los deseos y los besos.
Esos que hoy nos negamos, que intentamos ignorar.
No dejemos que los sueños nos los quite el silencio,
ganemos esta guerra, disfrutando del sol
y las caricias del viento.
Recojamos caracolas, vagemos por la Bahía,
contemos del mar sus olas.
Tú me amas y te amo... Lo de más ya llegará.
©Armando Cano.