Titulo. Acuedate de mi
Mi resignado corazón,
gravita entre los agradables vergeles,
de sus recuerdos,
mientras permanece excluido
de la llama eterna de su magna pasión,
que aún trepida enamorado,
dentro de mi apenado corazón herido.
Recuérdame,
aunque hayas partido hacia los lejanos
parajes del olvido,
aunque no escuches mi voz reclamarte,
aunque te sea prohibido,
acuérdate de mi,
porque yo no te olvido.
Ruego al padre cielo un minuto de gloria,
para volver a besar tus labios de honra,
porque sé que no es rebeldía,
querer amarte con cada poro,
de esta vieja piel casi vencida,
que eternamente te añora,
aún después de tu silenciosa despedida.
Autor: Marco González Almeida
Venezuela 6 de noviembre del 2012
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