Tú que te quejas de los malos gobernantes, de la guerra, la violencia, la inseguridad, la contaminación, que te atrevez a lamentarte de la existencia de personas como Hittler y su poder destructivo: campos de concentración, esclavitud, genocidios, enfermedad, desencadenando la humillación, desesperanza, dolor, angustia, histeria, impotencia, odio, demencia.
Eres conciente de la maldad de estas personas, pero déjame decirte que aunque aparentes ser diferente, no lo eres, tienes las mismas características abominables...¿Cuáles? Prefieres conservar tus propios intereses y beneficios a cambiar tus hábitos, tus placeres, tus comodidades, tus vanidades y caprichos.
Puede que ya sepas a lo que me refiero, ¿Quiénes son nuestras víctimas? Si eres un poco observador lo verás en la mayoría de productos que consumes a diario, si, los animales.
¿Cómo esperas que un mal gobernante decida ser honesto, dejar sus tranzas, sus delitos su explotación implacable al pueblo, si tu haces lo mismo?, te hablan sobre veganismo y prefieres evadir el tema, prefieres minimizar el problema y decidir la ignorancia. Yo me pregunto, ¿qué maldita podrida, aberrante y monstruosa razón nos da derecho a explotar a los animales por nuestro propio beneficio e intereses?, ¿En qué clase de demonios nos convierte la realidad detrás de un bistec, un huevo o un vaso de leche? La realidad supera la ficción, en verdad puedo decir que el infierno existe, desgraciadamente no se encuentran los demonios pagando pecados, se encuentran los seres con la inocencia infinita, las más hermosas formas de vida pagan calvarios día a día, día a día y no hacemos nada, preferimos argumentar lo más absurdo, preferimos lo peor: no hacer nada.