Escucho mi voz
alzandose cascada y anhelante.
No quiero escuchar las voces
de desalientos vecinos.
Maniatados de miedos ajenos
Con ropajes de pajaro mojado.
Esperado la señal
Tal vez el crujir
de una orquidea al abrir,
O el piar demandante
de pajaritos hambrientos.
Rodeado de esta tribu
de guerreros elegantes,
que no siento hermanos.
Porque no lo son.
Aunque me inviten a navidades juntos.
Mi fiesta es contigo
por eso llevo tu pendon
en mi bandera.