Así eres tú,
eres inimaginable,
casi imposible.
Eres brillante,
sin dejar de ser dulce.
Eres común,
de la manera más especial.
Eres inspirador,
y con tu exótica belleza,
vas por ahí,
llenando de esperanza al mundo.
Eres espectacular,
mi lucero de miel
con trozos de fresa,
fresa y amor,
amor para curar tristezas.