Necesitaba un poco de ti,
no mucho,
solo algo…
que me recuerde porque aun respiro
porque si respirando solo sobrevivo
al extraño presente sin nombrarte.
No te inquietes,
no voy a perturbar tu paz apenas divisada,
serán mis ojos que ya no dicen nada
los que recorran en silencio tu morada.
Es que hoy,
por esas cosas raras del destino,
me sorprendió la tarde desolada
sentada a la vera del camino.
Miércoles, 07 de Noviembre de 2012
11:47 p.m.