Seré dichoso si me amas un día,
con ese amor de agua, de espiga, de madera.
Mis brazos te atraparan, fuente de luz.
Niña nube, canto, ave, enredadera.
Seremos tal vez sólo humo, jugosa fruta,
hamaca, amor, descanso.
Montaña jade de los altos de Chiapas,
ropa nueva, fogata para calentar el alma.
O quizás carreta con su yunta de albahaca,
piña fresca, espiga cortada al alba.
Mediodía de una enredadera.
Jícara decorada con ramos de bellas flores,
todas blancas, olorosas nubes viajeras.
Seremos todo eso, y más,
el día que lo quieras.
© Armando Cano