Caminando por la vida, a tierna edad
una huella encontré en esa marcha
el corazón enorme de mi madre
enseñándome el verbo andar
aquellos fueron días de mucho cariño
y juegos bajo el manto protector de ella
Subiendo la colina de mi destino
hallé las huellas del Pescador
mostrándome mi vida
al servicio de quienes me necesitarían
aprendí el verbo servir sin esperar nada a cambio
En medio del prado y jardines de mi senda
aparecieron las huellas de la amiga
aquella que estaba siempre para apoyarme
para comprender mis derrotas y mis tristezas
quien compartía mis alegrías y mis triunfos
En aquel largo camino de mi recorrido
encontré las huellas del misterio del amor
en la imagen de una mujer llena de sentimiento por mi
que arrebató mi corazón y dio sentido a mi existencia
aprendí el verbo entregar
dando mi vida por ella y recibiendo a cambio, la vida de ella
plasmado en un retoño producto del amor de ambos
aunque ese momento haya sido transitorio
quedaron las marcas de un pasado feliz sin amarguras
En esa pausa y en medio de ese oasis de felicidad
ví las huellas de aquel ser bello cual un ángel
que llegó a alegrar nuestras vidas con su llanto y su sonrisa
que llenaba el corazón de ambos con ese corazoncito de amor
aprendimos el verbo enseñar
porque era aquel tierno bebé que recibiría nuestro cariño
para prepararle al mundo que llegaba
y para ser la extensión de nuestras vidas
Y en el último tramo de mi destino
recordé las huellas de mi Dios
aquel que ignoré la vida entera
quien me dio muchas señales a los cuales nunca dí importancia
aunque mi vida haya sido de servicio
olvidé casi siempre agradecerle a Él
por estar aquí vivo, disfrutando de la naturaleza
por aquel amor que llegó al final de mi camino
por aquella ilusión que comenzó a nacer en mi por ella
por el amor de aquella flor, esa muchachita cariñosa
que me enseñó el verbo ternura y el verbo amar
sin prejuicios sin interés con honestidad
por eso ahora doy gracias al cielo
por enseñarme el verbo vivir
vivir por ella y para ella……
Para
Mi bella muchachita
De: Victor Hugo