Recuerdo
(Jason Adrián)
Recuerdo aquella tarde de invierno,
En la que nos vimos por primera vez,
Recuerdo el are frío y húmedo, que rozaba mi cara,
Susurrando a mis oídos palabras incomprensibles que lograban confundirme,
Hubo un momento, no se cuanto, ni se, en que momento,
En la que mi mente se inundo de duda y mi corazón de temor,
Aquellas palabras mágicas que salían de tu boca,
Que me habían dado seguridad para llegar allí,
Me habían abandonado o quizás, tristemente, pensaba,
Nunca existieron.
Recuerdo que te vi, y tú me vistes,
Inmediatamente nuestras miradas se abrazaron,
Como si tal vez hubieran sido siempre las mejores amigas,
Y se estuvieran reencontrando,
Y se enlazaron, como dos amantes ahogados de pasión,
Recuerdo que en ese mismo instante, toda duda, toda cobardía, toda confusión
Me abandono, y me llene de alegría y de valor,
Solo tu sonrisa sacudió mi alma, y solo, en ese momento,
Volvi a soñar e imaginar, reír, y llorar junto a ti,
Recuerdo la luz de tus ojos que susurraban un te quiero,
Y el color rosado en tus mejillas,
Recuerdo no habernos dicho palabra alguna,
Aunque nos leíamos poemas,
Y nos cantábamos canciones con tan solo mirarnos a los ojos,
El recuerdo de haber soñado, abrazarte y hundirme en tus caricias,
Era tan extrañamente palpable y real, que parecía un sueño,
Hay amor, recuerdo el olor de tu cabello, de tu piel y de tu ropa,
La forma de tu ser y la textura de tu labios,
Como si hubiera sido ayer.
Recuerdo, que aquel frío húmedo,
Hizo parte del encanto de aquel hermoso encuentro,
Y sonrió también junto a nosotros,
Mientras las gotas de agua caían como tocando tambores,
Y se deslizaban lentamente a través de tu sombrilla,
Recuerdo aquellos labios secos,
Como si fueran almas gemelas gritando en un desierto,
Por calmar su sed,
Hay amor, aquello que habíamos soñado tantas veces,
En las noches, mientras mirábamos estrellas,
Y alimentábamos el dulce juego de la seducción,
Se hizo palpable en nuestras bocas,
Y descansaron tus labios en los míos,
Menguando tu sed, y yo la mía.
A mi Leidy…