Mi dulce hada,
Deja de llorar,
prometo que ninguna espina nos matará.
Son insignificantes las barreras,
no importa cuántos palos nos metan en la rueda.
Ten fe en que algo puede ser mejor,
tú eres más fuerte que yo,
sigue creyendo por favor.
Mi dulce hada,
no entiendo, qué hice mal?
Tal vez me lo puedas contestar.
Solo de vivir libremente soy culpable,
Y no entiendo que por eso de mi quieran separarte.
Mi amor lo que puedo ofrecerte perfectamente lo sé,
Jamás te mentiré con promesas que no pueda cumplir.
Tus sueños de blanca novia en el altar,
a mi lado nos lo podrás realizar.
Pero, sería muy grato para mí que encuentres para eso la persona ideal.
Mi dulce hada,
entiendo de tu familia la preocupación,
hay quienes piensan que no se puede vivir del amor,
esa fue la respuesta de un soldado romano a Dios.
Te seré sincero, esta situación,
es como estar parado frente a las puertas del infierno.
Esperando que el oscuro,
esa parte de mi que deje atrás,
Venga a cobrar cuentas y me vuelva a atrapar.
Mi dulce hada,
Tal vez es tiempo de que te busques un nuevo amor,
quiero que consideres la opción.
Yo no puedo ofrecerte lo que en tu casa esperan,
y tantas acusaciones me llenan de dolor.
Escucha tu corazón,
él te dirá siempre la verdad,
él seguramente dirá,
que jamás fuiste un objeto donde solo sacié mis ganas.
Mi dulce hada,
ni por un segundo pensé en poseerte.
No intentéis poseerla
y, nunca, nunca, someterla,
tan sólo quererla.
Y si su manera de pensar y/o actuar
Os hace parpadear,
tan sólo, amadla y nada más.
Y en ese castellano antiguo comparto mi filosofía,
De lo que creo que se trata la vida.
Solo de amor.