Antonia Ceada Acevedo

DESDE ESTE SOÑAR

Sueño con adentrar mi desnudez en el mar de unos ojos,

Sin sentido dispongo mi espíritu

Para acaparar las caricias de sol de algún mediodía,

Que calienten mis manos

Y el gris de esta soledad que me calza.

 

El gris de esta soledad

Se tiñe de de azul cuando suelto la pluma de entre mis dedos

Y somnolienta miro a mi alrededor, pero tú no estás,

Estas tan lejos...y sin embargo presente a mí.

 

Desde este soñar despierta oigo

 esas risas cascabelera como varadas en tus labios.

Dispongo mi barca para zarpar hasta ti

Navegando por tu boca.

Faenare en tus playas

Y cuando la tempestad,

Me refugiare en el litoral de tu pecho

Para pasear por tus playas

Y dormirme en la arena de tu piel.

 

Sigo avanzando porque me reta el olvido

Y esa sal suscita a la mujer que vive por un marinero.

-¿a cuantas millas vestirá el cielo tanta esbeltez?

-¿cuándo llegara a mi ventana la gaviota que hable de ti?

 

 

Está sonando el acordeón en la cantina

Que esta junto al faro,

Y el griterío de los marinos que desembarcaron con el crepúsculo,

Abordan mi mente, más tu, mi navegante no está.

 

Estas aquí, en mi pliego, en esta pluma

Que mece el viento del alma.

 

No voy a dejar de soñar.

De todas esas voces engendro la tuya,

Que me susurra al oído:

-eres mi timón...

Yo, suspiro.

 

 

ANTONIA CEADA ACEVEDO