Ahora queda detenido aquel camino del destino
Aferrado entre barrotes de acero y lágrimas al brote
Entre humillaciones, deseos de ser libres
El culpable es condenado a ser castigado
Con culpas y cadenas en los sueños
Cadenas en manos y pesadillas en las noches.
Si su condena es eterna que nadie lo sepa
Que su ropa aun desagarrado y ensangrentado
Creyó el crimen perfecto, su único defecto
No tener el valor de mirarlo sin presencia de culpa
Aun el vagabundo recoge el alimento de las palomas
Que no fueron cuervos, no soy mentiras
Solo fue su pensamiento, frente al cristal destruido
Cansado de ser inocente, de ser un vida un cadete.
Entre sus manos la nota a su querida amargura
No hay victima física, es psicológicamente
Piensa en su celda, con llanto en las mejillas
El día de ser liberado
Pues su pensamiento no le pertenece
Ahora ni dueño de su vida misma
Ha entregado a su amor en la cama tirada
Esperando como cada mañana.
El en su celda añorando a su amada
Pues en el piso queda la marca de testigo
En aquella sangre solo el cristal destruido.