Por las veredas tortuosas
de la insólita vida
caminas de mi lado...
unas veces te me ofreces
como ramera fina
otras me niegas tu cobija
En los cruentos golpes
de ese desolado mar
despiertas mi deseos de amar
también las ganas de llorar
ante inesperada partida
de aquellos que se han ido
y jamás volverán
Me seduces tiernamente
como el amante
que prepara la ocasión
para desatar la pasión
y que el arda el corazón...
Y me dejas de un lado
como aquel desahuciado
que espera el último suspiro
para sucumbir a su sino...
Me pregunto... seguirás mi destino
tomándome de la mano
o me enviarás al destierro
al país de los muertos...