Quiero ser caminante,
Perderme bajo el azulado de tu cielo,
Cuando me regalas tu mirar;
Y en el desierto blanco De tu piel
Mis huellas eternas quiero dejar,
Cabalgar en tu cima ardiente
Y a tus empinados riscos
Siempre ascender;
Bañarme en la sal de tus aguas
Mecerme al vaivén de tu mar,
Y en el extenso de tu valle
Poder siempre caminar;
Me imagino bailando
En tus costas exóticas,
Y como un cóndor
Surcando tu cordillera;
Perderme cual duende
En lo profundo de tu bosque,
Y como encantada sirena
Zambullirme en lo insondable
Del océano de tu corazón;
Y en las noches oscuras
De tus sueños, ser la estrella
Que te pueda guiar
Penetrar las altas murallas
De tus misteriosos pensamientos
Para hilvanar mí nombre en ellos;
Y las fuentes acaudaladas de tus labios
Consumirlos gota a gota para refrescar el alma mía;
Quiero vivir tus estaciones
Tu verano intenso emanado de tu virilidad,
El otoño pardo de tu serenidad,
Vivir el frio blanco de tu soledad,
Vivir contigo la primavera de tu edad;
Repetir el ciclo de la vida que nace
En el destello añil de tus ojos palpitantes,
Y muere con tu mirar soñoliento cada noche;
Quiero ser principio y fin
En cada espacio y tiempo de tu vida.