El pequeño Cupido, practicaba y practicaba
Por más que intentara dar en el blanco
Siempre pasaba por el lado y erraba
Nervioso porque no avanzaba, practicaba
Dia y noche sin cesar, para que el sumo Maestro
Celestial no lo rechazara.
Sus amigos cupidos que llevaban tiempo
En esas prácticas, solo querían ayudarle
Pero su orgullo no lo dejaba, solo quería
practicar y asi poder aprender a lanzar
Las flechas en el centro del corazón
a las parejas que en el parque se
miraban con amor.
Un dia su maestro lo sorprendió en su practica
Diaria, y le pregunto que es lo que pasaba
Y el solo se limito a decir con su voz tierna
La verdad Sumo Maestro mi puntería me falla
Cada vez que intento dar en el blanco
mi arco testarudo lanza la flecha y falla.
El gran Maestro miró y con una
Tierna sonrisa le aconsejó,
“Vamos pequeño Cúpido,
No hay nada en tu arco de seda
Solo abre tu corazón al lanzarlos
A tus parejas y así veras que no
Es tu arco que solo lo impulsa
El corazón y tus intenciones
buenas.serían la conquista
de un nuevo amor.