Yo sé que estarás pensando
que voy siguiendo tu estela,
por las calles y las plazas,
donde tú dejas tu huella.
Calzado con ilusiones,
yo voy siempre tras de ti,
con la magia del poeta,
que hoy se siente muy feliz
al saber que falta menos
para que vengas a mí.
Y al doblar alguna esquina,
nuestras miradas se encuentran,
sin saber si eso es un sueño
o es el ansia que despierta
para hacer realidad
los deseos de la espera.
Yo sé que estás preparando
lentamente tus maletas,
y que en ellas vas guardando
una a una cada prenda.
Pero no olvides, mi vida,
el incluir esos besos,
que tú has prometido darme
el día de nuestro encuentro.
Yo te estaré esperando
con mi mochila a la espalda,
cargada con mil abrazos,
con caricias y esperanza,
que te daré cuando cruces
el umbral de nuestra casa.
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