Busqué mi propio destino
en el laberinto confuso de mi alma
la senda ya estaba trazada aún desconocida
andando y recorriendo un desierto de incertidumbre
sin saber cual la misión enlazada a mi existencia
Busqué descifrar el misterio
juntando cabos sueltos de mi día a día
mis manos se juntaron para una oración
mis ojos se cerraron dibujando la paz de mi corazón
mis oídos aprendieron a escuchar confidencias
mis labios cerraron guardando secretos
mi mente buscaba el sentido de mi vida
y mi espíritu comulgaba con la naturaleza
Busqué sin saber qué encontrar
en los ojos dulces de una mujer extraordinaria
en aquella sonrisa juguetona e infantil
el sentimiento más puro y limpio
que llenaba de asombro mi razonamiento lógico
una niña enamorada de un hombre vencido por el tiempo
Busqué reaccionar a la presencia de ese ángel de amor
mis latidos clamaban frenéticamente el despertar de esa pasión
mi piel se estremecía al toque suave y sutil de su cuerpo
y mil sensaciones de gozo explotaban en esos instantes mágicos
busqué y encontré al fin, una diosa para amar…..
de: Victor Hugo