Frescura de acacia y pino
perfuma suave esplendor
aromático el amor
florea libre de espino.
Guirnaldas de tiernos sueños
extendiéndose en peral,
en furor primaveral
abren rosales risueños.
La brisa corre ligera
acariciando tibieza,
desperdigada belleza
pinta en color la ladera.
El cielo luce radiante
refulgido en alegría,
resplandece en armonía
con brillar alucinante.
El pasto henchido de amor
entre ternuras se mece,
con suavidad que estremece
el corazón en candor.
Sobre rebaño de orugas
sobrevuelan mariposas,
mientras en charcas lustrosas
juguetean las tortugas.
Venados corren febriles
detrás de los colibrí,
traviesos monos tití
cabalgan sobre reptiles.
Escorpiones y serpientes,
murciélagos y pirañas,
dejaron sus malas mañas
mostrándose complacientes.
Surcan el aire los trinos
entonados de ilusión,
en melodiosa fusión
cantan sus coros divinos.
En paraíso terreno
florece la perfección,
generosa creación
abundante en fruto bueno.
Corre riachuelo entusiasta
humedecido de vida,
su agüita colorida
fertiliza tierra vasta.
Extasiadas las visiones
en riqueza desbordada,
solo basta una mirada
y florecen bendiciones.
En paraje de esperanza
nada apremia explicación,
todo en justa proporción
brinda ecuánime balanza.