Sentada bajo un frondoso árbol de cedro
y frente a mi, verdes cañaverales
que bajo el influjo del viento se mecen
en un ritmico vaivén...
Estoy como siempre
Triste y sola pensando en ti.
Eres como una enfermedad
que rapidamente altera todo mi sistema,
Y hoy más que nunca, me siento enferma,
mi única cura quizás sería
que me abrazaras con esa dulzura
que he sentido en tus brazos
y en un susurro, escucharte decir
que todo estará bien.
Tú no sabes que es lo que me sucede
ni cual es el origen de mi enfermedad,
tampoco quiero que lo preguntes,
solo quiero que me hagas sentir
que estás aquí, a mi lado,
que cuento contigo y que puedo llorar
sin el temor a que me preguntes
porque se que entenderás.
Me he sentido tan sola
he imaginado mil cosas
pero es por esta enfermedad
que no me deja pensar
racionalmente como a los demás.
Los síntomas hacen estragos
en todos mis sistemas
afectando cada órgano de mi cuerpo,
mi sistema nervioso
mi función simpática
y la parasimpática también
porque hay dias en que despierto
sin la energía necesaria
sin los deseos de continuar
preguntándome para qué...
No sé si serás mi médico
o mi medicina...
Creo que nunca lo sabré
solo me bastará saber
que cuento contigo
y que me sabrás comprender.
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