A Ella...
Definitivamente... solo seremos un punto más del infinito.
Indeterminación que comienza en tus manos.
Conocí un día un fantasma con tu nombre,
conocí tu nombre en un beso metafísico.
Ahora dime,
Cuando en tu voz
la madera expire y desafines constantemente,
¿Volverás a mis letras?
Si vuelves, trae contigo retórica nunca antes emitida,
retórica que nace en tus poros, que nace de Dios.
Porque inevitablemente seremos
aquella sinfonía de cláxones en pretérito:
donde las direccionales irradiaban
a espaldas de tu sombra.
Hoy sueño que sueñas paralelamente a mis sueños.
Hoy pienso que piensas y no piensas.
Hoy hablo con tus ojos, que quedaron grabados en mi hombro.
Pero dime,
será que algún día chocaremos a propósito
por culpa de mis semáforos a destiempo.
Será que algún día haciendo zapping en la acera
te halle escondida de la vida.
Te halle sin paraguas,
y mirándonos,
extraviemos lentamente nuestras miradas
de nuevo...