DÉJAME QUE TE AME
Déjame mi amor que te ame,
como jamás haya amado
deja que sobre tu pecho,
mis labios te vayan rozando.
Déjame que cual paloma,
surque vientos encrespados,
yendo de loma en loma,
hasta llegar a tus brazos
Déjame que yo derrame
mi fervor en tus mejillas,
déjame que yo sienta
el dulce de tus caricias.
Deja, mi amor, que muera
del entusiasmo sentido.
instando distancia se aleje
para vivir amor contigo.
Deja que mi corazón te ame
más allá de todo amor
y un cántico de gloria
impulse a nuestro ardor.
Deja que yo sea aliento,
brisa que tu faz acaricie.
espejo de tus ojos sea,
mi faz en ellos se mire.
Déjame ser remolino,
torbellino de delicias,
déjame ser la alborada
que te nimbe de ambrosía
Déjame llegar a tu cuerpo
latidos del corazón
déjame con el tuyo fundido,
con el mío en fruición.
Déjame ser un suspiro,
sonido de la fontana,
que derramando su agua
labra camino en tu alma.
Déjame que sea la aurora,
que te despierte del sueño.
en tú corazón me mire,
como del mío su dueño.
Deja que mi ser te quiera,
como siempre ha anhelado:
con sincero amor vertido,
en tu ser del mío embriagado
Déjame que sea la rosa,
que prendida a tu alma,
perviviendo mi imagen,
viva en ti estampada.
Ana Arias Saavedra