"No he de vivir mi vida en vano/ si la vivo consintiéndote, cuidándote/ y si el cielo es algo que me gano,/ yo me lo ganaré amándote".
Tomé de tu ser hermoso todas tus ansias
para darle mucha más fuerza a mi poema,
tomé toda la nostalgia por las distancias
y tu pasión que ahora tanto me quema.
Tomé tu mirar y mis letras lo mostraron
y tu sonrisa para que mis ideas no huyeran,
de pronto de una luz maravillosa se llenaron
mis versos que tan tristes y oscuros eran.
Tomé de tu piel la suavidad necesaria
y de tus manos la caricia imprescindible,
de tu alma una sensibilidad extraordinaria
y de tus sueños lo único que era posible.
Tomé de tu voz la melodía que me encanta,
y de tus dulces labios absorbí un beso infinito,
susurré un “te amo” y su intensidad fue tanta,
que aquel simple susurro se volvió un grito.
Tomé de tu corazón todos sus latidos,
ésos que mi nombre parecen pronunciar,
lo más sublime de cada uno de tus gemidos
y el amor que a manos llenas te quiero dar.
Todo esto que tomé de ti me ha servido
para hacer este poema con toda tu esencia,
para agradecer a Dios que me ha permitido
vivir así amándote y bendecir tu existencia.
Me siento como si fuera alguien inmortal
porque jamás morirá quien te ame como yo,
ya ves, tomé de tu persona lo más esencial
¡y mira qué poema tan hermoso me salió!