huertero

Madre del Monte...

En una antigua melodía

danza la pobrecita

enamorada de su tierra.

Vendedora de yuyos y

de piedras mágicas.

Su rugido cencerro

despierta al aromo inerme.

Rescoldea en retaguardia la pava

 tumbando la armonía soñadora.

 Estancia vieja

parador del aquellos del buen amor.

Su llanto arrima una vidala

su silencio trae una oración rabiada.

Flores del cerro

canciones en solitario

agua escondida.

La noche se arma

del sonido instrumental

de las estrellas y la nada.