Esa jalea rio que te nace en la cuenca
cuando tu barca lengua me navega la carne
me resbala en los dedos que de mástiles vuelven
de un atraco corsario que te roba un orgasmo.
Un pirata en tus dones, un ladrón de suspiros
capitan de esos mares que se abren al tacto
quiero ver todo tu oro con mis ojos perdidos,
el tesoro que oculta tus bodega de espasmos.
Quiero verte rendida satisfecha en tus ansias
con la cara encendida de sonoras miradas
y en un puerto de dicha que te quedes dormida
en un cofre de sueños descansando las ganas.