No digas, no sigas diciendo
que tienes, o no tiempo,
porque hasta donde se
el tiempo jamás se ha tenido.
Ya parece libertad el tiempo,
solo se saborea al irse,
pero mientras, no te excuses,
no cedas tus ojos al trabajo,
ni tus manos al paso,
ni tus pies al cemento.
No digas que no tienes tiempo
porque para no tenerlo,
otros hoy han caído,
no, no te excuses,
no cedas un instante al reloj,
ni tu sudor, para no vivir viviendo.
No te excuses , ya no
recuperes el supuesto tiempo,
recupera las sonrisas,
o los brillos del padre, o del hijo,
la flor, que son los besos,
recupera lo de verdad perdido.