Karel Calixtro
La rosa.
Perfumada llegó grandiosa escapada de la madre con su carita alegre a ofrecerse como diosa. En la noche calurosa lanzaron los pétalos al aire y al brotar las gotas de sangre. Gritó la virgen llorosa, La rozó su espina más dolorosa. Al otro día esperaban un desastre pero no habían manchas de sangre, solo habían pétalos rojos de rosa.