Diaz Valero Alejandro José

FAUNETO VII

La Libélula (Soneto)

 

Eterna compañera de mi infancia

cuando vi tu volar con elegancia;

eras discreta y además muy parca

feliz sobrevolando por la charca.

 

A tí nunca te faltó  esa prestancia

cuando en vuelo precioso sin jactancia,

ondeabas el agua como barca,

porque eres sin duda, la gran monarca.

 

 

Tú sigues siendo, honorable Libélula

esa inolvidable y constante incrédula,

que alegre vas volando por la vida.

 

Eres una majestuosa obra de arte

cuyos colores a todos reparte,

semejando una rama florecida.



Autor: Alejandro J. Díaz Valero

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