Adoro el color de tus ojos
de ése café de chiles picosos
tan tristes si están griposos
y sanos son tan luminosos.
Adoro tanto ser yo tu madre
la que te ayuda en el encuadre
si no entiendes y quien taladre
por la tarea junto a tu padre.
Adoro toda ésa tu magia
en ésa risa que contagia
tus chistes de verborragia
como cortada con hemorragia.
Adoro que seas tu mi hijo
que no tengas tu cuarto prolijo
y seas en mis manos amasijo
del hombre que dará buen cobijo.
Adoro los pasitos de tus pies
si enojado das de puntapiés
o jugando al agente me espíes
y de noche reces en hincapiés.
Adoro todos esos tus gestos
prometiendo caballero apuesto
hasta el de tus labios molestos
sin tus bellos dientes expuestos.
Adoro que tanto nos amemos
que a papá los dos barbemos
al cine juntos nos marchemos
riendo mientras dulces comemos.
Adoro lo pequeño de tus manos
llenando de amor al abuelo anciano
y cuando son universos bacterianos
su movimiento de tu adiós gitano.
Adoro tu bello nombre, Renato
que escribías como garabato
atas muy bien ya tu zapato
en el fin de mi amoroso relato.
Te amo.... Hermoso... Mi Renato.
©Tizzia Holwin
2012
Derechos Reservados
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