Hugo Emilio Ocanto

El ocaso de un actor

Buenas tardes, Marga,

¿cómo estás?. Me alegro

de verte . Estás hermosa.,

como siempre. Los años no pasan para vos.

¿Franc?... me espera.

Me alegro. Al fin una vez lo

encuentro desocupado. Permiso.

Deséame suerte. Gracias.

Permiso Franc. Amigo... tanto tiempo...

¿cómo van tus filmaciones?

Sí, algo me he enterado.

Mira quién está acá... ¡Walston!...

¡el gran Walston!, como solías llamarme.

Siempre fue para vos mi foto

preferida, ¿v erdad?

Sí... muchos años han pasado.

Pero creo que tanto no he cambiado.

Coincidentemente tenemos la misma edad.

¡Ya hemos llegado a los ochenta!

Toda una vida.

Bueno, aquí estoy.

¿Leíste el guión?

Bien, como vos quieras llamarlo.

Argumento, guión, libreto, libro.

¿Qué me dices?

¿podríamos filmarlo?

O hacer una obra teatral.

Como vos lo decidas.

Frac. Discúlpame.

Antes me permitías llamarte así. Está bien.

Franc... estoy muy feliz

de que me hayas llamado.

¿Cómo? No puede ser.

No puedo creerlo.

¡Tantas esperanzas que me habías dado!

No puedo creer que me hayas llamado

para decirme lo que estoy escuchando.

¿Viejo? ¿que me ves viejo?

Mi personaje tiene casi la edad

que realmente tengo.

No importa que sea muy mayor...

Aparte que no aparento

la edad que tengo.

Francisco, digo, Franc...

me estás engañando,

me estás haciendo una broma, ¿verdad?

Y si estás de acuerdo con el argumento...

¿por qué tu negativa de darme el personaje?

¡Pensaste en otro actor!...

¡Esto es un mal sueño!

¡No puede ser lo que me estás diciendo!

Nunca te he visto fumar...

Ese encendedor...

Es el de Patricia, tu esposa,

¿no es cierto?

Cómo no recordarlo.

Bien sabes que es el

que le regalé yo en una Navidad...

Dejémonos de bromas...

¿cuándo comenzamos?

Es terrible lo que me

estás diciendo...

Hace diez días que

he estado esperando

esta entrevista,

y me sales conque

el personaje tienes pensado

dárselo a otro porque

me ves muy avejentado.

¡Mírate vos en el espejo

y dime qué es lo que ves!...

¡También se te ve viejo!

Ya se que vos sos productor 

y no actor.

¡Pero yo si lo soy!

¿cómo que lo era?

¡Sigo siéndolo!

¡Todavía el público

sigue mandándome

cartas pidiéndome autógrafos!

¡No tengo computadora!

¡Me cuesta manejarla!

¡Y no es por mi edad!

¡Claro, vos sos el inteligente,

el infalible, el invencible!

¡Sí, el infeliz! ¡Bien que hace

diez años cuando era más joven

te disputabas mi presencia

para que filmara o

estuviese en un escenario!

¿y ahora qué?

¿para vos soy un viejo decrépito?

¡Millones ganaste conmigo durante treinta años!

Y ahora con un manotazo

me haces venir abajo

todas mis ilusiones...

¿y vos te llamas mi amigo?...

¡Para sepultarme de esta manera!...

¡El personaje es para

un actor más joven!...

¡El personaje tiene la edad

que yo tengo!

¿sabes qué? ¡sos

un malparido!

¡Sí, un malparido!...

¡No piensas que son

los últimos años de

mi vida, y que esta podría

llegar a ser mi última actuación!

No tienes piedad...

¡cómo me has  decepcionado Franc!

¡Francisco el genio!

¡Francisco el poderoso!

¡Franc el invencible!

¡También yo tenía

todos esos calificativos!

¡y ahora vos no me

querés dar una nueva oportunidad!

¡Mira... mira lo que hago

con este viejo Walston!

¡Déjame, te digo que me

dejes... dame el encendedor!...

¡Dámelo, te digo!...

¡Quiero prenderle fuego

a este viejo actor

que no sirve más

para el arte de interpretar!...

¡Serás el responsable de mi muerte! 


Todos los derechos reservados del autor( Hugo Emilio Ocanto- 12/11/2012)