Crisis, ¿cual? Una sabemos que existe, la sentimos, desempleados, comercios cerrando, fabricas, desayunados, sin tener para donde ir, sin destino, andan como autómatas, buscando alguna esperanza en los restos que los buitres dejaran.
Pero dentro de esta, hay muchas más. No veo ganas de remar contra la marea. Hay que coger fuerzas, intentar captar las personas, innovar, no cerrar las puertas antes de la hora, los comercios, si una confitería cierra a las ocho e media, no es normal que una hora antes ya no sirvan nada.
Horarios flexibles, menos porcentaje en los ingresos, abrir puertas sin pensar si venden oh no.
En mi ciudad, era un mundo de gente hasta las doce de la noche, hoy a las ocho ya no hay nadie. Un vacío, que duele, solo coches e poco más.
No fue la crisis, no, hemos dejado a personas que son la basura de la suciedad, nuestro espacio.
Como casa abandonada, vinieran los ratones e bichos, han tomado cuenta de ella.
Hormiguero de gente a las seis de la tarde, corriendo, para casa. ¿Pregunto: para qué? Para nada, total pasan el resto de la noche mirando la televisión, que no sirve para nada. Es incolora e hueca.
Es verdad que la mujer trabajadora, las que aun tienen empleo, tienen que hacer la cena, cuidar de los hijos, si pequeños, poner la lavadora, planchar, un sinfín de cosas.
Pero, si con método hicieran las cosas, seguro que tendrían tiempo a dar una vuelta con su marido.
Por eso digo que las cafeterías tenían que cerrar mas tarde, como antes, escaparates alumbrados, no las tinieblas que son hoy las calles de mi ciudad.
Yo intento salir un poco, dar una vuelta, ¡que tristeza! Desierto de piedra e hormigón, edificios as oscuras sin una ventana a decir” aquí hay vida”, Pero no desisto, a los centros comerciales no voy, quiero andar por la calle, sentir que soy libre, que las calles son las mismas, que la revolución de los clavos, no ha matado la alegría de vivir e que somos mas libres que antes.
El estado da subsidios a sindicatos, a partidos políticos que salen de los impuestos del trabajo de todos. ¿Para alquilar transportes para llenar de gente las calles en manifestaciones e huelgas?
No comprendo, algo está mal, Los delegados sindicales no trabajan en sus puestos, sea en bancos, fabricas etc.
Solo semientan odios, mala voluntad, entre empleados e patronal.
Normal que en este momento, la gente que esta en paro aproveche el viaje hasta la Capital en paseo, ¡no pagan!
Cuanta mentira, dicen, ahora no estamos en tiempo de ensobrar mas, estamos, sí en tiempo de reflexionar e buscar salidas para amenizar, lo que han dejado que pasara.
Todos los que tienen poder sea cual sea son culpables, no escapa ninguno.
Quería mi ciudad, alegre con pobres e ricos mezclados, en las calles, quería la vivencia de desconocidos pasando e desanublando un poco la carga tremenda del día.
Las casas son frías, el gas es caro, la electricidad también, des confortables, encogidos en el sofá, mirando la pantalla, así quedan amorriñados hasta ir a la cama. ¿Es vida?
Vamos a levantar cabeza, a tener por lo menos un poco de la noche para nosotros. Vamos a hacer de pequeñas cosas, que no dan gasto, un escape para la frustración en que vivimos.
Vamos a recoger juguetes e hacer algo por los niños que no los pueden tener. Seamos un poco mas verdaderos, solo quejas no llega, alguien que preste su comercio cerrado donde podamos dejar prendas, para regalar a los que necesitan.
Por redes sociales, por miles de medios a nuestra disposición, vamos hacer algo que los que pueden, tienen obligación.
Si fuera en tiempos pasados yo lo conseguía, ahora aislada, de haber hecho de mi vida la vida de mi familia casi ni contactos tengo. Unos han muerto, otros cambiaran de ciudad e los he dejado de contactar, pero sé que muchos lo pueden hacer.
No dejemos que sus lagrimas, sean solo de dolor, que lloren de alegría, por lo menos una vez al año, la Navidad está llegando.
Con pocas bombillas, alegren las calles, con música alegre limpien nuestra tristeza, que vuelvan las cosas a su dueño e mi ciudad es mía e de todos, vamos a obligarla a vivir como antes.
En reyes no quiero ofertas para mí, quiero un poco para los que no piden pero desean algo para que nunca tuvieran, o lo han perdido en los pasillos de una sede que caliente e confortable, vuelven la cara para no ver lo malo que hicieran, por falta de seriedad e verdad.
Nosotros los sencillos, apolíticos, solamente hijos de un Dios Mayor, vamos echar una mano e dar el ejemplo que en nuestra voluntad nadie manda.
Quedo en la esperanza que alguien que puede mas que yo, empiece esta cruzada de bien hacer. Quedo esperando.
Con esperanza que los corazones no están en crisis e somos sus dueños.
Oporto, 12 de Noviembre de 2012
Carminha Nieves