Cuando se acerca la noche,
veo rostros extraños a mí alrededor,
es cierto son caras extrañas,
entonces me voy a comportar como un extraño.
Los adultos sonrien la prosperidad,
los ancianos lloran el final,
los niños sonríen el comienzo que acaba de llegar,
y los jóvenes no saben en donde están.
Realmente somos extraños y yo en medio
de esta gente te quiero encontrar,
se que tu rostro es extraño también,
¿pero dime como le hago para saber quien eres tú?.
Caras tristes, deformes y sin esperanza;
cuerpos mutilados y mal formados;
almas errantes llenas de soledad,
y todas vagan dentro de mí.
El único consuelo que me queda
se que en algún lugar hay alguien extraño
que quiera compartir mi soledad.