Me miré al espejo
y quedé asombrado,
parecía un cangrejo
por lo colorado.
Me miré al espejo
y quedé preocupado,
parecía un ovejo
recién esquilado.
Me miré al espejo
sin hallar que decir,
mejor yo los dejo
y me voy a dormir.
Alejandro J. Díaz Valero