Se levanta la mañana
salpicada de rocío,
que la noche en sus tristezas,
lentamente derramó.
Con el sol, se levantan hacia el cielo,
convertidas en vapor,
buscando en el infinito,
lugar para reposar.
La tristeza se disipa,
con los rayos del rey sol,
que en forma vertical caen,
tratando el suelo secar.
Y comienza el alboroto,
los niños corriendo van, pues
los salones de la escuela,
esperándolos están.
Y las gotitas de rocío
convertidas en cristal,
esperan ansiosas la noche,
para podernos mojar.-
Por: Alejandro O. de León Soto
Tijuana, BCN, MEXICO, Nov.13/12