CARLOS ALBERTO BADARACCO

UN VUELO MELANCÓLICO

 

 

A veces siento un tímido flechazo

que se transforma en una herida honda y lacerante,

es como si el tiempo en este devenir se propusiera

enraizar mi identidad a toda hora.

Aquí, en este suelo de nostálgicas presencias

se levantan como una luz de fuerte rayo intenso,

develando mis recuerdos,  aquellas noches turbulentas

de zaguanes que entre penumbras me seducían.

Los instantes van cambiando y mis locuras

se han ido apaciguando desde esas evocaciones.

Hoy estoy absorto entre los tiempos

esperando la sublime luciérnaga del pasado,

la misma que alocada cautivaba momentos

con fantásticos arrebatos  pasionales

cuyas notas se sienten vivas entre mis sueños.

Ya no veo, no distingo aquella claridad que me aturdía,

hoy los días son tan propensos a la desidia,

se visten de nostálgicos recuerdos

los inmortales momentos de mi vida.

No son noches ni son días, son melancólicas

presencias que dibujan tristezas en mi rostro

pero endulzan fantasías en mi alma. 

CARLOS A. BADARACCO

13/11/12

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