Contemplando la enmudecida marea
que me ofrece el triste mar
pienso que es una horrible condena
saber que te tengo que olvidar
Suspirando intranquila
pensando en lo que pasará
con un mal que me aniquila
sosteniendo un puro mirar
Despidiendo sentimientos
que deseo ya enterrar
pero firmes como simientos
se reuzan a marchar
El silencio fiel amigo
me aconseja el no hablar
pero el pensamiento me traiciona
implorando suplicar.