ALVARO J. MARQUEZ

YA NO QUIERE

 

\"Cerré mis ojos para pensarte/ y abrí los del alma

para verte,/ esa visión fue buena para amarte,/ nunca

lo fue para perderte\".

 

Pensé que iba a bendecir todas tus fallas,

que sonriendo me sería fácil tolerarlas,

pero ni siquiera por casualidad vayas 

a creer que nunca podré perdonarlas.

 

Me toca hacerlo, es mi papel en la vida

y no pretenderé por eso ganarme un cielo, 

derrumbado veré sin que nadie lo impida 

un castillo de naipes personal en el suelo.

  

Decepción de decepciones, gran tristeza, 

aunque el perdón esté allí muy latente, 

pero no es justamente el perdón la pieza 

del rompecabezas que falta en mi mente.

  

Cómo se cambia una historia, un sentir, 

cómo a algo tan sagrado se le mancha, 

cómo un amor tan perfecto en su existir 

el alma no nos expande, no nos ensancha.

  

Laberintos que nos extravían a los dos 

en túneles de odios y orgullos sin salida, 

estará muy decepcionado el mismo Dios 

porque tergiversamos nuestra razón de vida.

  

Ahí está el perdón para ti y está para mí, 

pero ¿hasta qué punto servirá ese perdón?

Hay heridas que sangran mucho porque sí

y ya es hemorragia indetenible en el corazón.

 

No habrá diálogo, mucho orgullo lo impide, 

Habrá perdón por ser algo que se necesita.

Lástima en el alma que ya no sé si olvide, 

silencio de atrocidades que ahora se grita.

 

Pensé que iba a bendecir por tanto amar

 y no es así pero tampoco odio ni maldigo,

pero fue Dios quien nos lo pidió ejecutar 

y de no haberlo cumplido es Él testigo.

 

La verdad escribo esto vacío, muy vacío

porque lo que llenaba mi vida se muere.

Por ley de vida ese derecho era tuyo y mío, 

pero parece que el destino que quería...

ya no quiere.