Y no sé porque te dí tanto,
porque te abrí mi corazón
de par en par,
serían tus ojos o tus encantos.
Y no sé porque te quisé enamorar,
te ví tan hermoso y tan galante,
fueron tus labios que invitan
a besar,fue tu sonrisa.
Te acercabas a mí
con caballerosidad,
creo fueron tus pasos,
tu suave andar.
Fueron tus manos
que me envolvían
en esa magia
que no sentí jamás,
fueron tus dedos
que me conocían
con los que siempre
me gustaba jugar.
Y yo no sé porque
te dí toda mi alma,
ahora comprendo...
no me podías amar.
Vivía ilusionada,
vivía creyendo,
que llegaría el día
que serías para mí.
Cerraba mis ojos,
te encontraba en mis noches,
buscaba tu luz
en mi oscuridad.
¡Qué triste mentira!
vivir una historia,
esa que nunca
quieres su final.
Pero hoy que te alejas
me dejas vacía,
quien sabe si yo
te vuelva a buscar.
Porque duele mucho,
sentir esta pena,
creyendo que algún día
tú me puedas amar.
YOLANDA BARRY.
1984.