Karel Calixtro
A mi amiga.
Estimada amiga sabia, recta y religiosa que no te traigan mis poemas algun enfado, si no utilizo un lenguaje bíblico amado. Por favor no malinterpretes mis versos ni prosa. Yo se que más cerca de ti esta la verdad. Yo te are una confesión de emoción temblorosa. Nunca a mi de sexo me llegó el mal, ni de pecado capital, del sexo solo tuve vivencias en el pasado. Todo mi mal vino del exterior, de personas tenebrosas. He vivido como Job el servidor y no como Judas el traidor. No me merezco la suerte de este. No se si de algo sirva esta explicación. Pero jamás yo di más mal del que a mi me dierón, ni siquiera adrede igual cantidad. Te agradezco por darme a veces tu mano y perdón. y aunque en mi todo perezca, no me apartes de tu lado. Porque aunque yo no sea tu hermano en la religión. Yo siempre seré, tu humilde aliado.